‘THE WHITE LOTUS’: REVIEW (TEMPORADA 2)

Tras arrasar hace poco más de un mes en la ceremonia de los premios Emmy 2022, ceremonia en la que conquistó hasta 10 categorías, entre ellas la de mejor miniserie o antología y las de mejor guion y mejor dirección para su creador Mike White, escritor y director de todos los episodios que formaron su primera entrega, The White Lotus regresa este lunes a HBO Max (España) con una segunda temporada que no solo promete no dejar a nadie indiferente, sino que también tiene todo lo necesario para incluso superar el excelso nivel de la anterior.

La serie deja las emblemáticas costas hawaianas para trasladar su acción a una de las localizaciones más bonitas y glamourosas de la costa europea, Sicilia, lugar en el que la sátira social ya casi por excelencia de la televisión estadounidense explorará la semana de una larga lista de los huéspedes y empleados de otro exclusivo resort de la compañía. Hace ya dos días que terminé de ver los cinco episodios que HBO mandó a la prensa y sigo obsesionado con lo bien que la sienta Italia, sus paisajes, su música y su idioma a la ficción. Por no hablar del magnífico reparto que se ha logrado formar para esta nueva aventura… Por si no lo sabíais, Jennifer Coolidge (Tanya McQuoid), ganadora del Emmy a mejor actriz de reparto por su trabajo en la primera temporada, es la única que retomará su papel. Los demás, todos personajes nuevos.

El nuevo grupo de huéspedes vendría a estar formado, al menos en el inicio de la temporada, por tres grupos principales. En el primero de ellos nos encontramos a Cameron (Theo James) y a Ethan (Will Sharpe), dos emprendedores de éxito y compañeros de la universidad que han decidido pasar unas merecidas vacaciones en Europa junto a sus respectivas parejas, Daphne (Meghann Fahy), típica ama de casa pija que tiene todo lo que quiere, y Harper (Aubrey Plaza), una joven mujer tan guapa como lista capaz de disimular de una forma bastante eficiente lo desencantada que está con la vida y todo lo relacionado con ella. Por supuesto que ambas parejas son polos opuestos en su forma de ver las cosas y afrontar su día a día… y eso ya sabemos como acaba. Por otro lado, los Grasso, una familia multigeneracional que ha elegido Sicilia como destino vacacional para, de pasada, explorar sus raíces. Ellos son Dominic (Michael Imperioli), un productor de Hollywood en plena crisis matrimonial; su padre, Bert (F. Murray Abraham), un señor que se está volviendo frágil pero todavía se ve a sí mismo viril y capaz y quiere demostrárselo a los suyos; y Albie (Adam DiMarco), su hijo, un graduado universitario dulce y observador, que a menudo sirve como pacificador dentro de su propia familia. Si algo comparten los tres varones de la familia Grasso es su fijación prácticamente obsesiva por las mujeres, sobre todo por las más jóvenes.

Junto a ellos, la previamente mencionada Tanya McQuoid (Coolidge), que viaja junto a su marido Greg (Jon Gries), el cual no está muy contento de que su Tanya haya decidido llevarse a su asistenta, Portia (Haley Lu Richardson), una chica de pueblo recién graduada que no acaba de entender qué pinta en Sicilia con esta señora, en lo que prometía ser una necesaria escapada romántica. Y por si este grupo de excéntricos neuróticos no fuera suficiente, más pronto que tarde conocemos a las grandes animadoras de la temporada, Lucia (Simona Tabasco) y Mia (Beatrice Grannò), dos bellas chicas de compañía que frecuentan el resort en busca de trabajo y oportunidades entre la clientela adinerada pese a la constante negativa de su directora, Valentina (Sabrina Impacciatore) a dejarlas entrar en el mismo. 

Hechas las presentaciones, a partir de aquí creo que os podéis hacer una idea de lo que nos espera. Arranca otra serie de historias plagadas de momentos tan surrealistas como embarazosos y/o esperpénticos que se acabarán viendo manchadas por una tragedia de la que poco se habla en los primeros episodios de la temporada. De hecho, solo un pequeño flashforward en el inicio de ‘Ciao‘, primer episodios de la misma, nos muestra que lo que iba a ser una semana en el paraíso no acabará demasiado bien para algunos de los huéspedes y empleados a los que seguiremos. Igual que en su primera entrega, la serie juega de una manera muy acertada con el concepto de dejar el cebo para que luego sea el espectador quien vaya haciendo sus cálculos y desarrollando sus propias teorías sobre quién, cómo, cuándo y por qué. Las relaciones de pareja se resquebrajan y las dinámicas familiares se transforman a medida que los caminos de los protagonistas se cruzan una y otra vez, formando todo tipo de interacciones y nuevas amistades, amoríos y demás. El nuevo reparto deja claro desde el primer minuto que tiene potencial para dar muchísimo juego en cualquier situación y Mike White lo aprovecha de forma magistral.

Probablemente el gran mensaje que lanza esta segunda temporada es la confirmación del tremendo acierto que supuso que HBO decidiera en su día convertir la miniserie en antología para así poder traerla de vuelta. Espero que ‘The White Lotus’ tenga muchas temporadas más ya que el formato es muy fácil de reinventar. Si encima le llueven los premios, poco más habría que hablar. Mike White es un auténtico maestro a la hora de confeccionar un producto de este estilo y en HBO son totalmente conscientes de ello. Su puesta en escena es impoluta, su guion es brillante y su dirección es fantástica. ¿Verdad que ya he mencionado lo bien que le sienta Italia a la serie? ¿Y lo disfuncionales que son todos y cada uno de los protagonistas y sus respectivas relaciones? Lo bien que se lo pasa uno viendo a esta gente meter la pata y hacer el indio…

Para terminar, recordar de nuevo que ‘The White Lotus’ estrena su segunda temporada el lunes 31 de octubre. Desde dicha fecha, un nuevo episodio cada semana en HBO Max.

NOTA (EPISODIOS DEL 1 AL 5): 9.1/10