‘TOKYO VICE’: REVIEW

REVIEW: Tokyo Vice – Temporada 1.

Es casi imprescindible tirar de hemeroteca para saber la historia de Tokyo Vice, la segunda original de la historia de HBO Max. Así es, aunque la ficción se estrene esta semana -jueves en EEUU y viernes en España- nos tenemos que remontar hasta verano de 2019, hace casi tres años, para dar con el anuncio de su encargo oficial. WarnerMedia estaba empezando a confirmar series para su nueva y ambiciosa plataforma de streaming, la cual vería finalmente la luz a mediados de 2020, y días después publicarse que Anna Kendrick iba a protagonizar una nueva antología romántica titulada Love Life, desde la compañía nos llegaban noticias de su primer drama, un atractivo thriller de co-producción japonesa basado en la memoria Tokyo Vice: An American Reporter on the Police Beat de Jake Adelstein, novela en la que este contaba sus experiencias en Tokyo como el primer reportero extranjero de uno de los grandes periódicos del país nipón. Desde entonces… os lo podéis imaginar. Llegó la pandemia y todo lo planeado se fue al traste. De hecho, igual que la gran mayoría de proyectos de este calibre (internacional) esta fue una de las grandes afectadas por las restricciones y medidas adoptadas para frenar el avance de la COVID-19. Su productora, Endeavor Content, decidió ponerla en una larga pausa indefinida, algo que ya hemos visto que muchas veces acabó con la prematura cancelación del proyecto en cuestión.

Por suerte, el caso de Tokyo Vice fue una de las excepciones que confirman la regla y, tras una larga travesía por el desierto, la serie ya es una realidad. Es más, incluso diría que se estrena en un momento casi inmejorable para una ficción de este estilo. Nadie hubiera imaginado durante su desarrollo que en 2022 las series asiáticas se habrían convertido en lo que son ahora; la última moda de Hollywood. Desde el bombazo de Squid Game (Netflix) todo el mundo quiere tener al menos una. Solo hay que mirar las listas de desarrollo. Sin ir muy lejos, en la competencia, Apple TV+ acaba de estrenar su ambiciosa Pachinko… Saldrá mejor o peor, a mi personalmente me ha gustado mucho lo que he podido ver de ella, pero parece que Tokyo Vice llega con una oportunidad perfecta para hacerse un hueco entre la multitud.

TOKYO VICE 1
Photograph by Eros Hoagland/HBO Max.

Tal y como se esperaba, su puesta en escena es prácticamente calcada a la de la novela en la que se inspira. Tokio, años noventa, ahí es donde conocemos a Jake Adelstein (Ansel Elgort), un intrépido y meticuloso americano recién llegado a la ciudad, un joven que, cargado con una simple mochila y muchísima disciplina y ambición, lucha por encontrar su lugar en una cultura aún bastante reacia a dar oportunidades a esos a los que se refieren como «gaijin». Lo de Jake es una maravilla, ni el idioma ni las diferencias culturales han sido una barrera para él. Su japonés es casi perfecto y solo hay que verlo moverse e interactuar durante un par de minutos para darte cuenta de que su integración es excelente. Pero eso no es nada. Nuestro protagonista acaba de aprobar el examen de acceso para entrar a trabajar como becario en una de las grandes redacciones del país. Es la primera persona no japonesa en conseguirlo. Todo un logro y toda una declaración de intenciones por su parte. Seguramente se imaginaba que este iba a ser el primer paso hacía una vida totalmente distinta a la actual, aunque difícilmente habría adivinando los motivos…

Bajo la implacable pero cada vez más comprensiva supervisión de Eimi (Rinko Kikuchi), su editora, determinada a inculcarle aunque sea a base de palos la metodología nipona, y siempre acompañado por sus casi inseparables nuevos amigos y compañeros de fatigas (Kosuke Tanaka y Takaki Uda), Jake empieza a cubrir la información criminal de la ciudad. Lógicamente, sus primeros escenarios no son nada del otro mundo, incluso es enviado a cubrir el caso de un ladrón de ropa interior femenina, pero, siempre con los ojos bien abiertos, Jake aprovecha cualquier ocasión para hacer contactos o para empezar a poner cara a los detectives del lugar. Poco a poco, cuando empieza a tirar de un hilo que podría destapar una gran conspiración, este comienza a sumergirse en el mundo criminal de la ciudad, un mundo plagado de violencia, corrupción, personajes siniestros, ajustes de cuentas y rivalidades añejas en la que, por supuesto, la Yakuza es la gran protagonista. 

Aunque su trabajo en el periódico sigue siendo prácticamente el foco principal de la acción, empieza a ser cada vez más habitual que Jake nos lleve de paseo por esa bella Tokio nocturna que tan magistralmente retrató Sofia Coppola en Lost in Translation (2003). Neones en cada esquina, clubs nocturnos, música en directo, karaokes, hoteles de una sola noche, acogedores locales de comida, misteriosas esquinas y amplios paseos. ¿Quién no se deja seducir por algo tan fascinante?

TOKYO VICE 3
Photograph by Eros Hoagland/HBO Max.

Durante su descenso a los bajos fondos, Jake empieza a relacionarse de una forma u otra con una larga lista de personajes, entre ellos la bella Samantha (Rachel Keller), una joven con sus propios misterios y planes ocultos, veterana del mundo de la noche. Igual que a nuestro protagonista, Samantha me conquistó desde su primera escena. Pese a que ambos llegaron a Tokio huyendo de una realidad en el que nunca acabaron de encajar, poco a poco, cada uno a su manera, están empezando a lograr su objetivo de darle un giro a sus vidas. Al final del día, son dos forasteros en un mundo lleno de romanticismo y nostalgia, y eso puede unir mucho. También es interesante ver como la serie los usa para explorar una historia similar desde un punto de vista tan distinto. No es lo mismo ser un hombre que una mujer… A través de Samantha, Jake también empieza a desarrollar una relación con Sato (Show Kasamatsu), un gangster de perfil más bien bajo que también parece haber sucumbido ante su belleza. Juntos comparten algunas de las escenas más divertidas de lo que he podido ver de la serie, sobre todo cuando se dedican a discutir sobre música y/o cultura pop.

Pero la relación más importante que forma Jake durante esta primera temporada de la serie es la firme y bonita unión que desarrolla con Hiroto Katagiri (Ken Watanabe), un veterano detective de policía que se acaba convirtiendo en una especie de mentor para él. Katagiri sabe que Jake tiene algo especial y que no se detendrá ante nada ni nadie. Jake sabe que en él ha encontrado al policía perfecto, un tipo lo suficientemente curtido e inquebrantable en el que poder confiar. Aunque en esta ciudad nada ni nadie es realmente lo que parece, juntos podrán hacer grandes cosas, sobre todo ahora que la sangrienta rivalidad entre dos de sus grandes dinastías parece estar a punto de llegar a un punto de no retorno en el que la guerra es inminente.

TOKYO VICE 2
Photograph by James Lisle/HBO Max.

Así empieza un interesante drama criminal que hace muchísimas cosas bien y apenas falla en ninguna. Acción, intriga, suspense, romance, tiene todo lo que el espectador puede pedirle a una producción de este estilo, además de una clara idea de querer hacer algo importante. La forma en la que tanto J.T. Rogers (Oslo), su creador, como su equipo de directores, encabezado por el galardonado Michael Mann, responsable de dirigir su episodio piloto, cuentan una historia que realmente va mucho más allá de su propuesta inicial es tan impecable como sus escenarios y localizaciones o el trabajo de su elenco. Una de las cosas que más me gustan de estas series es el equilibrio que son capaces de encontrar entre talento internacional y local. Ansel Elgort y Rachel Keller son americanos y conocidos por todo el mundo, Ken Watanabe es japonés, pero tiene una importante carrera internacional a sus espaldas, pero el resto del elenco es todo un descubrimiento. Lo mismo paso con el equipo de guionistas o con directores como Josef Kubota Wladyka (Narcos) o Hikari (Beef). La combinación es perfecta. Suficiente como para atraer al público pero a la vez tan representativo, variado e internacional como debe ser. No nos olvidemos de su importancia. 

Sus tres primeros episodios llegan a HBO Max (España) este mismo viernes 8 de abril 2022. Desde entonces, nuevos capítulos cada semana hasta completar su primera temporada. Esperemos que no sea la única. Tokyo Vice tiene un potencial enorme y además es muy buena. Una serie de esas que se disfrutan tanto por su historia, como por sus personajes, como por el lugar en el que está ambientada.

NOTA DE LA TEMPORADA: 8.4/10

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