REVIEW: The Last of Us 1×06 – Kin.
SPOILERS A CONTINUACIÓN
Solo quedan tres episodios para terminar la temporada y ‘The Last of Us’ se ha metido definitivamente en un camino de no retorno cuyas repercusiones nos llevarán hasta el cierre de la primera etapa de esta maravillosa aventura que nos ha regalado HBO. Su título, ‘Kin’ (Familia), es toda una declaración de intenciones ya que el capítulo aprovecha su parada en Jackson (Wyoming) para examinar lo que supone a día de hoy ese concepto especialmente para Joel pero también para la gente que le rodea. En otras palabras, su familia política, Tommy (Gabriel Luna), y la familia que al vida le ha elegido, Ellie. Bajo la dirección de Jasmila Zbanic (Quo vadis, Aida?) este episodio pone el foco en la vulnerabilidad de Joel, desnudando un alma muchísimo más rota de lo que pueda parecer a primera vista. Devastado y fracturado por dentro, ya no se ve capaz ni de proteger a la pequeña. Su realidad es una pesadilla constante, vacía, una pesadilla de la que no podrá escapar hasta el final de sus días. La ansiedad le está empezando a golpear. Y lo más triste es que los acontecimientos nos demuestran más pronto que tarde que tenía razón, el tiempo pasa para todos y un caótico mundo plagado de peligros igual es demasiado para alguien de su edad y bagaje.
‘Kin’ también nos ofrece el primer salto temporal importante desde que empezamos la serie. Cuándo comienza han pasado tres meses desde los trágicos eventos que acabaron con la muerte de Sam y el posterior suicidio de Henry. Ha llegado el invierno y obviamente Joel y Ellie han continuado su viaje al oeste. Su relación también ha seguido evolucionando y cada vez se les ve más cercanos. Sus últimas vivencias fueron sin duda un tremendo punto de inflexión y durante este periodo que nos hemos visto queda claro que el acercamiento no se ha detenido. Posteriormente lo confirmaremos. Ellie es casi una obsesión para Joel -lo único que le une de alguna forma a Sarah y el elemento que le mantiene con los pies en el suelo- mientras que su figura también ha calado bastante más hondo de lo que podíamos esperar en la niña. ‘Toda la gente a la que quería… me han dejado o han muerto. ¡Todos excepto tú, joder!’ le grita Ellie entre sollozos. Y es que aunque hasta ahora siempre hemos visto como una de las dos partes -o incluso ambas- lo negaba, están hechos el uno para el otro, unidos hasta el final por tanto por la vida como por el juramento que Joel le hizo a Tess, y este es el episodio donde ambos, por fin, se dan cuenta de ello.

Pero comencemos por el principio. El episodio arranca con una macabra charla que poco o nada tiene que envidiar a los prólogos de los capítulos uno y dos. Joel y Ellie se han perdido en medio del inmenso bosque nevado pero por suerte han encontrado una pequeña cabaña habitada por el curioso matrimonio formado por Marlon (Graham Greene) y Florence (Elaine Miles). Aunque solo sean cinco minutos, su aparición es oro. La forma en la que avisan a Joel de que no cruce el ya denominado por Ellie como ‘río de la muerte’ y los estragos que causan sus advertencias en su persona. En el fondo, Ella es inocente y ni se imagina lo que le espera, pero Joel, curtido en mil batallas, es cada vez más consciente de que cualquier día se les puede volver a acabar la suerte. La noche de acampada también nos lo muestra. Hace tan solo dos episodios vimos como Joel era capaz de pasar la noche prácticamente en vela con tal de que Ellie pudiera dormir tranquila. Ahora no, lo intenta, pero se queda dormido y es la pequeña la que tiene que tomar el relevo. Y sigue hablando en sueños…. ¡Menos mal que Ellie tiene ese entusiasmo por aprender!
Tras cruzar más bosque y el majestuoso puente nevado que tanto llamó la atención en el tráiler principal de la serie, pasamos por una presa que seguro que los fans del videojuego reconocieron enseguida. Eso es minutos antes del encontronazo con un misterioso grupo de hombres a caballo liderados por una tal Maria (Rutina Wesley), la cual parece reconocer el nombre de Joel después de que sus compañeros se aseguren de que ni él ni su acompañante estén infectados. ¿Quién es esta gente? Pues efectivamente, son los habitantes de la ciudad de Jackson, una localización muy importante dentro de la mitología de ambas partes de los videojuegos.
¡Y por fin somos testigos del reencuentro entre Joel y Tommy! Aunque luego las cosas entre ambos no sean tan bonitas como esperábamos… esta escena era muy necesaria. En resumen, Jackson es un asentamiento prácticamente autosuficiente en el que sus habitantes hacen vida casi normal. Tienen comida, electricidad, agua caliente, los niños aprenden en el colegio y se divierten en el cine, hay todo tipo de actividades y animales, etc. La recreación del lugar es una pasada, fiel en todos los detalles y localizaciones. Incluso vemos a Shimmer. Y mucha atención porque parece que la serie nos ha presentado a un personaje clave del futuro. ¿La niña que está espiando a Ellie detrás de una columna mientras comen? Muchos apuntan a que podría ser Dina. Por ahora, Paolina van Kleef es la actriz que le ha dado vida. ‘The Last of Us’ nos tiene muy mal acostumbrados. Una semana más la serie ofrece una adaptación impecable de múltiples escenas y diálogos míticos del videojuego. Sí, como siempre han habido varios cambios, pero la forma en la que se está plasmando tanto y tanto contenido en la pequeña pantalla es increíble. ¡La sudadera de Ellie! Por cierto, la película que estaban viendo ‘The Goodbye Girl’, una cinta de 1977 protagonizada por Richard Dreyfuss.

En cuanto a escenas y momentos destacables, mucho ocurre en Jackson. Por un lado, Maria, la cual no solo nos es revelada como la pareja de Tommy sino que también está embarazada, se lleva a Ellie para dejar que Joel y Tommy se pongan al día y hablen de sus cosas. Le enseña los caballos, le da ropa limpia e incluso le corta el pelo. Pero lo más importante es que Ellie descubre en su casa (cotilla como siempre) un altar con dos nombres: Kevin y Sarah. Asumiendo que sabía la historia, Maria le habla de la hija fallecida de Joel…
Por otro, la reunión entre hermanos empieza con un pequeño desencuentro debido a discrepancias varias y al hecho que Tommy le recrimina constantemente a Joel que tiene que ser consciente de que el tiempo ha pasado y que ahora él tiene una vida hecha en el asentamiento. Joel le miente y tampoco ayuda a rebajar el ambiente hostil que se respira. Pero sin esta fallida primera toma de contacto no hubiéramos podido presenciar dos de las grandes escenas de lo que llevamos de serie. En la primera, Tommy viene a disculparse y su hermano le acaba abriendo su corazón, contándole todo por lo que ha pasado, todo lo que siente y cómo poco a poco se le está escapando la vida y la cordura de entre los dedos. Incluso le confiesa que Ellie es inmune. Según parece, hay un asentamiento de Luciérnagas en la Universidad de Colorado, aunque es un viaje peligroso. Asolado, Joel le pide a Tommy que coja el relevo y que sea él quien lleve a Ellie hasta allí. ‘Es lo último que te pediré jamás’ le dice entre lágrimas. Tommy acaba accediendo. Esto nos lleva a la segunda. La niña lo había escuchado casi todo y cuando Joel va a despedirse se le enfrenta en un acalorado cara a cara lleno de reprimendas y movidas que echarse en cara. Ninguno de los dos quería enfrentarse a la realidad y esta escena les obligó a hacerlo. La secuencia es sencillamente brutal, llena de sentimiento, energía y motivación, otro ejemplo más de que los grandes momentos del videojuego se pueden igualar e incluso mejorar. Por la mañana, cuando todo parecía perdido, Tommy va a buscar a Ellie, pero se encuentran a Joel listo y preparado en el establo para continuar su camino con ella. ¿Acaso alguien pensaba que iban a separarse a estas alturas?
Dicho y hecho, montados en su caballo, se despiden de Jackson camino a un nuevo destino. ¿Hablamos de lo maravillosa que fue la escena en la que Joel le enseña a disparar? Por fin se ha dejado convencer, aunque también es verdad que Ellie no se calla ni a la de tres y eso seguro que influyó en su decisión. A partir de aquí, otra secuencia de las que tanto nos gustan. Música bonita de fondo, una fabulosa colección de planos para la galería, y Ellie preguntándole a Joel todo lo que se le pasa por la cabeza referente al mundo anterior a la pandemia. Tras cinco días de tranquilo viaje, llegamos a los aledaños de la Universidad, una zona abandonada y aparentemente vacía cuya paz y tranquilidad solo amenazan los monos que corren por la calle. Y digo aparente porque demasiado bien que íbamos. Joel y Ellie exploran el lugar en busca de Luciérnagas pero parece que justo acababan de abandonarlo. El edificio está lleno de papeles y demás materiales, además de un mapa en el que todos los puntos señalan a un mismo lugar, Salt Lake City (Utah). De repente oímos un ruido y ahí están, en la calle, cuatro saqueadores. Pese a que la Universidad es inmensa y con un poco de suerte podrían huir sin ser vistos, uno de ellos ataca a Joel. Aunque finalmente logra matarlo, este no se fue sin hacer ruido ya que lo apuñalo en el abdomen con un bate roto. Herido y lleno de sangre, consigue subir al caballo y huir con Ellie… aunque por poco tiempo. En medio de la nada, Joel cae, inconsciente, herido de gravedad, y aquí es donde cerramos otra impresionante hora de televisión con la gran pregunta; ¿Qué pasará ahora? ¿Qué puede hacer una niña de 14 años en esta situación para salvarle?
NOTA DEL EPISODIO: 9.2/10
MVP: Pedro Pascal (Joel).