ENTREVISTA EXCLUSIVA CON CAROL ROVIRA

Carol Rovira es una actriz y cantante catalana formada principalmente en el Institut del Teatre de Barcelona. Su interés por el teatro físico le ha llevado a viajar en dos ocasiones a Nueva York, donde ha trabajado con la directora Kari Margolis. También se ha formado musicalmente tanto a nivel vocal como instrumental (clarinete). En televisión, pudimos verla en Presunto Culpable y en la nueva temporada de Amar es para siempre, ambas en Antena3. Anteriomente, trabajó en La Riera (TV3).

Gracias a su papel de Amelia en la mencionada serie, Carol se ha convertido en una de las actrices nacionales más seguidas del momento, además de en toda una referencia para el colectivo LGTB, el cual sigue de forma apasionada tanto su trabajo como la relación entre su personaje y Luisita (Paula Usero). #Luimelia es tendencia en redes sociales. ¡Es imposible no conocerlas!

En una nueva entrevista exclusiva para nuestra página, hemos tenido la oportunidad de charlar con Carol sobre su carrera, sus últimos trabajos y, sobretodo, de Amelia.

– Hola Carol, muchas gracias por tu tiempo. Para quien no te conozca, ¿podrías empezar contándonos un poco sobre quien es Carol Rovira y como empezaste tu carrera como actriz?

Nací en Camarles, un pueblo de la zona Delta del Ebro. Desde muy pequeña ya tenía inquietudes artísticas. Había visto a mi hermano crecer con la guitarra y el saxo en la mano, y supongo que me dejé llevar, así que les pedí a mis padres que me apuntaran al conservatorio de música, donde aprendí clarinete y canto. Años más tarde, me di cuenta de que quería probar en otro mundo artístico: el de la interpretación. Mis padres, que lo desconocían por completo, intentaron convencerme para que estudiara algo “más seguro”. Así que, supongo que para contentarlos, estudié Magisterio Musical mientras lo compaginaba con una escuela de teatro. Aquellos primeros años de formación fueron decisivos para darme cuenta de que lo que quería realmente era estar en un escenario. Así que, cuando terminé la carrera, le dije a mis padres: “Ya he hecho lo que queríais vosotros, ahora haré lo que quiero yo”. Intenté entrar en el Institut del Teatre, no pasé las pruebas y aproveché para ir a probar suerte en Londres. Aprendí inglés y ahorré bastante con las propinas que me daban en el pub donde trabajé. Un año después, volví a examinarme y pasé el corte. Allí empezó todo.

– Tu primer gran papel en televisión fue interpretando a Susi en la serie ‘La Riera’ de TV3. ¿Te ha cambiado mucho la vida desde que empezaste aquello?

Muchísimo. Hasta el momento sólo había hecho teatro. El personaje de Susi fue el mejor regalo. A parte de tener una trama muy agradecida, su informalidad y capacidad de quitar peso a las situaciones hizo que yo misma, como actriz, también lo quitara. Y cuando estaba nerviosa o había alguna escena difícil, ella me ayudaba a que se convirtiera en algo sencillo e incluso divertido y ameno. Ese fue un gran aprendizaje que he intentado trasladar, aún con la diferencia abismal, tanto en Maite como en Amelia.

Gracias a ‘La Riera’, se me abrió un mundo nuevo, hasta el momento totalmente desconocido. Recuerdo que, cuando estudiaba, veía el mundo de las cámaras muy lejos de mí, muy inaccesible. Cuando veía que algunos compañeros iban a Madrid a hacer pruebas, me daba mucho respeto. Y recuerdo que tenía un sentimiento contradictorio: yo también quería acceder a ese mundo, pero sin embargo sabía que tenía que formarme mucho para estar preparada en cuanto me dieran la oportunidad. Aún así, algo dentro de mí sabía que acabaría llegando.

– Desde entonces has trabajado en ‘Presunto Culpable’ y ahora en ‘Amar es para Siempre’. ¿Qué nos puedes contar sobre tus experiencias en ellas?

Son muy diferentes. Tanto por la naturaleza de los proyectos, como de los personajes. Supongo que está bien no encasillarte, jeje. En “Presunto Culpable” aprendí a moverme en un mundo de marcas milimétricas. Aprendí a ser precisa y partirme en dos partes: la técnica y la emocional. Me acuerdo que al principio me comía todas las marcas y al final ya controlaba bastante. ¡Practicando, se aprende! En “Amar es para siempre”, es muy distinto. Podemos llegar a rodar siete secuencias en un día, así que el ritmo es mucho más rápido. Hay que aprender a ser resolutiva, a entrar a tope en las escenas sin opción a la duda. Esa locura me encanta. Y sé de buena tinta que esa naturaleza frenética no gusta a todo el mundo. Pueden llegar a ser jornadas de diez horas, cinco días por semana, y estudiando en los ratos libres y el finde. Es necesaria una entrega total en cada escena que hace que el listón esté tan alto que no te permitas bajar de allí. ¡Ese es el mejor aliciente!

– Como decía, actualmente te podemos ver en el papel de Amelia en ‘Amar es para Siempre’ de Antena 3. Háblanos un poco de ella. ¿Qué destacarías de tu personaje?

Amelia es una mujer fuerte que ha tenido que luchar toda su vida. En primer lugar, por la estricta educación de su padre (militar franquista del Opus Dei) con la que ella nunca ha comulgado. También ha tenido que ser fuerte para conseguir su sueño: ser vedete. Estamos hablando de mediados de los setenta, así que era difícil hacer entender a la gente que esa es una profesión como cualquier otra. Y finalmente por su homosexualidad. Toda su vida ha tenido que esconderse de ello. Y luego, cuando se enamora de Luisita, se encuentra con todos esos miedos y dudas del que ama a alguien y no sabe si le corresponde. Finalmente, una vez Luisita le corresponde, no se terminan los obstáculos, como en la mayoría de parejas. En ese caso, empiezan todos los conflictos posibles respecto a esa condición. Ver como este personaje se enfrenta a todas esas situaciones a mi me emociona. Pienso que Amelia es madura, decidida y fuerte, pero también tiene dudas, inseguridades y miedos, y eso la hace más humana.

– ¿Qué consideras que te ha aportado Amelia en todo este tiempo? ¿Y al revés? ¿Dirías que se refleja algo de ti en ella?

En mi caso siempre parto de mi para hacer los personajes. Todos tienen un porcentaje de ADN mío. Al igual que siempre dejan su huella. En el caso de Amelia, he aprendido de ella a empatizar, entender y escuchar. Con Luisita (Paula Usero) ha sido muy fácil enamorarse y llegar a entender el dolor que provoca que no puedas besar a quien quieras en público. Era algo que había escuchado miles de veces, incluso compañeros míos que lo han sufrido. Pero ponerme físicamente en la piel de alguien a quien le pasa me ha hecho empatizar y entender aún más. Paralelamente a la trama con Luisita, Amelia también es cómplice de Natalia (Maria Castro), de toda esa venganza que lleva a cabo contra los de La Vega. Así que esa escucha constante que he tenido que mantener a lo largo de toda esa trama, también ha sido muy enriquecedora. A veces es más difícil escuchar que hablar. A veces se nos olvida hacerlo, y más en esta sociedad donde cada vez estamos más centrados en nosotros mismos.

– ¿Cómo valoras la oportunidad de poder interpretar a un personaje LGTB en una serie tan relevante? 

Para mi ha sido como cuando te dan un regalo que no te esperas para nada y que, cuando lo abres, sientes que es el mejor regalo que te podían hacer.  Cuando leí la escena de la prueba para el personaje de Amelia, sentí que era yo. Estaba tan bien escrita y definía tanto como era esa mujer que pensé que podía ser muy bonito interpretar durante un año este personaje, que se podrían hablar de muchos tabúes y que podría llegar a todas esas personas que viven o han vivido una situación similar.

– Las redes sociales son un fiel reflejo de la importancia y descendencia que ha adquirido Amelia y su relación con Luisita. ¡Os conocen en todo el mundo! ¿Te esperabas algo así?

¡Para nada! Paula y yo estamos muy sorprendidas de todo lo que está pasando. Yo no tengo Twitter y mucha gente me escribe a diario mandándome pantallazos de todo lo que está pasando. ¡Es fascinante!

– ¿Qué les dirías a todas las chicas que te siguen y que de alguna forma se ven reflejadas en Amelia?

Que sean ellas mismas. Si el mundo donde vivimos estuviera en paz con él mismo, no existirían estos problemas. Nos ha tocado nacer en una sociedad donde no se tolera al otro, se pierde mucho tiempo apuntando con el dedo al vecino, y eso es un reflejo de la falta de confianza en uno mismo. Se hace ruido contra los demás para desviar la atención sobre uno mismo. Y, mientras tanto, hay corrupción, desaparecen leyes a favor de la mujer o hay gente muriendo intentando escapar de la guerra. Es muy triste. Así que hago un llamamiento a la libertad de expresión. Que todas estas mujeres sean ellas mismas, que tengan clara su dirección y sus deseos, y que bajo ningún concepto le den a quien sea el poder de hacerlas callar.

– ¿Puedes contarnos algo sobre lo que le espera tanto a Amelia como a ‘Luimelia’ en un futuro cercano?

Digamos que, en relación con la pregunta anterior, Luisita y Amelia sufrirán esta opresión por parte de los que mandan. ¡No os puedo decir nada más!

– ¿Hay alguna escena ya sea de ‘Amar es para Siempre’ o de alguno de tus trabajos anteriores que recuerdes con especial cariño a la hora de grabarla?

Recuerdo que en una de las escenas de “Presunto Culpable” en el BirdCenter de la Reserva de Urdaibai, tenia unas acciones con pájaros mientras hablaba con el personaje de Jon (Miguel Ángel Muñoz). Los biólogos de la reserva me habían enseñado previamente cómo agarrar correctamente a los pájaros para no hacerles daño, cómo medir las alas y cómo soltarlos. Se me daba bastante bien, o al menos eso me dijeron… Cuando ya estábamos al final de la escena, fui a coger al último pajarito y… ¡sorpresa! ¡Me dejó un regalito en la mano! Inmediatamente, lo solté, por inercia, pero en vez de volar al interior del edificio, se quedo quieto en la ventana como desafiándome con la mirada, como diciendo “os he cagado la escena”. Nos reímos mucho.

– Antes de terminar, cuéntanos. ¿Estás trabajando en algún otro proyecto actualmente? 

Ahora mismo no, estoy centrada en “Amar”. ¡Pero espero que aparezcan nuevos retos en cuanto termine de rodar!

Una entrevista de Chris Patterson para Lovingseries.