¿Para cuándo una gran serie sobre el mundo del deporte?
Pese a que algunos pronosticaron en el pasado que 2018 podría ser el primer año de ligera recesión, la realidad es otra. El concepto conocido como #PeakTV sigue en pleno auge. Tal y como nos contó John Landgraf (CEO de FX) en los pasados TCA, durante el pasado año volvimos a batir el récord de series emitidas en Estados Unidos con un total de 487, cifra que supone otro aumento respecto al anterior, con 455 emitidas en 2016. Durante el mismo evento, David Nevins (CEO de Showtime) añadió otro dato al tema, durante 2017 se produjeron 4.482 capítulos. Casi nada. Las series están de moda, todo el mundo tiene acceso a ellas ya sea a través de la televisión o de plataformas como Netflix, Amazon o Hulu, por lo que es normal que la demanda siga subiendo hasta estas cotas tan llamativas.
Por desgracia, tal y como afirman dirigentes como el mencionado Landgraf, esto no siempre es positivo. Con el aumento de la demanda ha llegado una falta de creatividad cada vez más latente a la hora de producir nuevas series. Los reboots de series antiguas están cada vez más de moda y las adaptaciones de películas u obras literarias suelen ser las otras grandes protagonistas de las listas de desarrollo. Hay poca innovación y lo peor es que parece que a nadie le importa lo más mínimo. El negocio funciona dentro del status quo y pocos son los que intentan ir un paso más allá… ¡y no será por temáticas!
Una que siempre he pensado que están muy poco explotada son las series de deportes. Es verdad que durante los últimos años hemos tenido algunas relacionadas con el mundillo como podrían ser Ballers (HBO) o Survivor’s Remorse (Starz), pero me refiero a productos como Pitch (FOX), Matador (El Rey Network) o Club De Cuervos (Netflix), series en las que el deporte sea el verdadero protagonista de la misma. Lamentablemente, estas propuestas han pasado más bien desapercibidas. Pitch fue, probablemente, la más ambiciosa hasta la fecha. Incluso la MLB colaboró en su producción, aunque acabó siendo cancelada tras una sola temporada. Está claro que es un mundo complicado para desarrollar una serie, sobretodo comparado con conceptos más habituales, pero la sensación es que hay un mundo muy interesante sin explotar ahí fuera. Incluso la popularidad de las apuestas deportivas podría ayudar de alguna forma. A día de hoy, todo el mundo tiene acceso a ellas y son muchísimas las personas que juegan de forma regular. A todos nos gusta el deporte y con formas de ocio como estas cada vez hay más gente pendiente de ligas, clasificaciones y resultados. Hay un público muy amplio y no tengo ninguna duda que una buena serie de esta temática conseguiría triunfar si el planteamiento fuera el adecuado. Sólo falta que alguien asuma el riesgo de intentarlo.
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