«CHICAGO MED» : REVIEW

Chicago Med es el nuevo estreno de la NBC y la última serie en unirse a la franquicia de Dick Wolf.

Aunque no iba con demasiadas expectativas, Chicago Med (creada por Dick Wolf y Matt Olmstead) se ha presentado oficialmente con un piloto decente que ha mantenido la acción de principio a fin.

Pero como seguidora de las otras Chicagos, temo que todo el movimiento que hemos visto en este primer episodio sea el 75% de la acción total de la temporada.

A raíz de un descarrilamiento de tren a la vez que inauguran el nuevo departamento de emergencia, vemos cómo los personajes se desenvuelven en lo que (para nosotros) son sus primeros casos.

Trayéndonos así los primeros dramas: una madre de alquiler con un traumatismo craneoencefálico que podría costarle la vida tanto a ella como al bebé, una niña a la que consiguen salvar después de sufrir un paro cardíaco, o una mujer que decide donar los pulmones de su prometido recién fallecido para salvarle la vida a un chico.

Gracias a los cameos metidos con calzador en Chicago Fire y Chicago PD, apenas ha hecho falta dedicarle tiempo a las presentaciones de los personajes o sus situaciones personales.

A los ya conocidos Sharon Goodwin (S. Epatha Merkerson), administradora de operaciones; Daniel Charles (Oliver Platt), jefe de psiquiatría; Will Halstead (Nick Gehlfuss), y April Sexton (Yaya DaCosta), se le unen Natalie Manning (Torrey DeVitto), una embarazadísima pediatra; Ethan Choi (Brian Tee), especialista en enfermedades infecciosas; Sarah Reese (Rachel DiPillo), estudiante de medicina); y Connor Rhodes (Colin Donnell), nuevo cirujano de trauma), formando un equipo que aunque a simple vista pueda parecer un poco random, funciona bastante bien.

Chicago Med reunió a más de 8,5 millones de espectadores en su estreno, superando en audiencia a su «serie madre«, Chicago Fire.

VALORACIÓN : 7/10