No, lo digo en serio. Quiero que las networks dejen de hacer series. Que vendan todos sus derechos y sus productoras al cable, o preferentemente a Netflix. Que cesen sus actividades en este terreno y que se dediquen a hacer realitys o programas en los que gente adelgaza. La batalla de las series, la tienen casi casi perdida.
Ahora hablando en serio, leía este artículo en Deadline en el que comentaban un estudio de Netflix que intentaba determinar cuándo compramos los espectadores las series, qué capítulo es el que nos engancha. Esto me llevó a pensar que el estudio estaba hecho desde una premisa errónea, pues Netflix, las cadenas de cable y las networks planifican argumentalmente sus series de forma distinta, siendo los modelos del gigante del VOD y de las cadenas de pago los más parecidos entre sí.
Netflix produce sus series enfocándolas en el «Binge-watching», o sea, para verlas en maratón. Esto tiene relevancia a la hora de escoger las historias que deciden narrar, o los capítulos que encargan de cada temporada, la potencial duración en el tiempo (número de temporadas) que puede tener cada serie, o los profesionales que pueden atraer para producirlas, pero a mí me gustaría poner el acento en la forma en la que hacen avanzar la trama con el transcurso de los episodios. Esto es para mí un punto clave en este artículo, puesto que creo que es uno de los mayores males no reconocidos de la televisión actual. Esta forma de producir las series permite tener argumentos claros y concisos, permite contar historias con más exactitud, sin tener que estirar líneas argumentales, evitando de paso que el poderío que pudieran tener las mismas, se diluya. Otro punto importante que suele afear las programaciones de las networks y que con el formato de visualización masiva se ve neutralizado es la libertad creativa que confiere a showrunners y guionistas, pues no tienen que trastocar sus tramas al servicio de los calendarios de las networks (Finales de invierno, fiestas nacionales, superbowl…) lo que en ocasiones obliga a crear arcos secundarios, fáciles de cerrar en cuanto resulte conveniente, pero que pueden llegar a distorsionar el relato principal de una historia. Otros argumentos a favor de la radical medida de acabar con el poder de las televisiones en abierto es que al acabar con el formato de los 25 episodios por temporada, tendríamos más tiempo para ver más series aún, lo cual está muy bien porque aquí somos unos putos yonkis. Ah, y lo más importante: Nos libraríamos de todas las CSI. No se concibe que existan esos formatos en la televisión del futuro.
Como sé que ustedes saben que soy un tanto radical, ya me he anticipado a las reacciones airadas por parte de la opinión pública ante esta petición de armisticio de las networks. El Binge-Watching acabaría con esta costumbre tan sana, casi litúrgica de la gente de ver un capítulo y despotricar al respecto en el bar, en el trabajo o en twitter, por lo que desde esta humilde atalaya doy mi visto bueno a lo que sería la solución de compromiso, la convergencia entre todos los puntos de vista: Las televisiones de cable. El modelo de las TV de cable es bastante parecido al de Netflix, pero dejándonos el espacio para la reflexión y el fusilamiento que tanto nos gusta. A mí las dos soluciones me valen, la verdad. Pero veo lo que hacen la CBS o FOX con algunas series y es que me dan ganas de llorar. Bajo este prisma de un mundo ideal donde todas las series que nos gustan estuvieran en Netflix o en la HBO, por ejemplo, quizá algunas series no mejorarían sustancialmente, pero no empeorarían. En cambio, habría series que pasarían de ser buenos productos a auténticos hits culturales. ¿Se imaginan a Fringe en su día o a Person of Interest sin capítulos de relleno, con sus tramas mejor definidas, con más medios, incluso con mejores actores? Vale la pena preguntárselo.
Es cierto que los “what if” son manzanas envenenadas para la razón, y que este en concreto es uno muy grande, pero a la vez es muy jugoso y creo que podría servir para arrojar un poco de luz sobre el debate que están teniendo los productores de entretenimiento televisivo en cuanto al modelo que siguen. Para lo demás, juzguen ustedes mismos.


Graaaaaan post
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Muchas gracias 🙂
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Yo no iría ten lejos pero estoy totalmente de acuerdo contigo de que las series se beneficiarían muchísimo si siguieran el modelo de estas cadenas al lograr temporadas más cortas, mejores actores y tramas más definidas, porque seamos sinceros el estiramiento de tramas y la inclusión de subtramas ridículas han arruinado una gran cantidad de series y sip tendríamos más tiempo para ver más series 😉 Ojalá las Networks tomen nota del éxito de las cadenas y decidan implementar las estrategias que están usan.. Que genial sería por ejemplo, que una serie terminara antes del parón de invierno y así tener la oportunidad de ver una nueva serie el siguiente año en vez de tener que soportar repeticiones y la larga espera a que retornen las series que amamos
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Lo de hacer más series ya no lo sé, estamos en un punto en el que está llegando verdadera basura a las pantallas, creo que pronto empezará a haber cada vez menos series, pero qué duda cabe que podríamos ver muchas mas de las que ya vemos.
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