Banshee : Season 2 Review

Banshee ha acabado su segunda temporada en Cinemax confirmandose como
una de las series del momento, una de esas pocas series que consiguen enganchar
ofreceiendo cosas únicas, cosechando cada vez más y mejores críticas dentro de la
prensa americana y batiendo el récord histórico de audiencia de serie en Cinemax.

Repasamos las claves de lo que ha sido una gran temporada.

Empezamos en enero justo dónde nos había dejado A Mixture of Madness.

Zeljko Ivanek se comió la pantalla con una de sus impecables actuaciones en la season premiere interpretando al agente Racine, un hombre que venía a poner orden en Banshee.

Las cosas seguían más o menos igual que dónde las dejamos salvo que Carrie tenía que ingresar en prisión por los eventos de la batalla con Rabbit y que la tensión en el pueblo, sobretodo entre Kai Proctor y la tribu de los Kinaho después de hacer explotar su hotel.

Nola (Odette Annable) era junto al propio Racine otro de los nuevos peligros para Hood.

Además de dejar las cosas habilitadas para un futuro desarrollo de los muchos flancos abiertos en la historia la premiere nos dejó esa gran escena del atraco al camión blindado por parte de Hood, Carrie y Job en plena autopista en el que confirmamos que Nola era la nueva badass, una de esas chicas que tanto nos encanta tener en una serie.

La primera parte de la temporada estuvo centrada en Carrie pasando sus treinta día presa, repartiendo ostias de bienvenida como tenía que ser, y a Hood con el objetivo moral de no pasarse tanto de la raya e intentar esta vez cumplir su trabajo como sheriff de forma normal.

Para ello tuvimos el caso de la desaparición de una niña Kinaho que se veía con un Amish,
hermano de Rebecca para ser concretos, algo que además de alimentar desde otro punto
de vista el conflicto entre ambas partes nos sirvió para concer un poco más de estas dos
culturas que tanto colaboran a enriquecer el pueblo de Banshee de una forma distinta.

Me pareció una buena idea para como digo hacer crecer la tensión y de paso ver como Hood intentaba cambiar su forma de ser con su deber, algo que siguió creciendo en los siguientes.

Hood y Proctor volvieron a aliarse demostrando una vez más que en Banshee no hay enemigo total, siempre te hará falta tenerlo cerca en un momento puntual, como vimos en la S1 finale.

En resumen, una buena tanda de capítulos, la mayoría de ellos de un nivel muy alto, con el
que empezamos a ver hacía dónde irían los tiros que por si fuera poco nos presentó a la
bestia india que volveremos a ver en la tercera temporada, nos ofreció más pistas sobre
a evolución que está teniendo el personaje de Rebecca y nos hizo disfrutar con Siobhan
«kickin’ major ass» cuando su ex pareja apareció intentando volver a joderle la vida.

Empezaba el romance Hood – Siobhan y la serie nos demostraba una vez más, por si quedaba alguna duda, el arte en la dirección y ejecución de las escenas de pelea cuerpo a cuerpo.

Lo que califico como la segunda parte de la temporada se centró en Jason Hood.

Jason es el hijo del verdadero Sheriff Hood y viene al pueblo escapando de su pasado.

La llegada del chico es lo que desde mi punto de vista marca el punto de inflexión de esta temporada ya que el desenlace de su historia pone en marcha buena parte de lo que sigue.

Antes quería pararme a comentar un par de cosas más.

Para empezar lo que llamo esta segunda parte tuvimos el capítulo The Truth About Unicorns, capítulo «especial», fuera de lo habitual en Banshee, por parte del director sueco Babak Najafi.

El capítulo es una maravilla, un viaje para los sentidos lleno de planos y escenas tremendas.

Este es un episodio sin apenas diálogos, tampoco hacen falta, centrado en la parte visual
ya que como decía Greg Yaitanes el objetivo era hacer algo apenas visto en televisión,
crear un capítulo en el que te das especial cuenta del nivel que hay en todo su mundo.

Yaitanes dice que está tremendamente orgulloso de ese capítulo y yo estoy de acuerdo.

En él vimos a través de la música y de la imagen la salida de Carrie de la cárcel y su día con Hood como si hubieran retrocedido quince años por unas horas para vivir un día centrado en ellos dos antes de volver a sus vidas reales y a todo lo que les esperaba al regresar a Banshee.

La primera secuencia centrada solamente en Carrie, cambiando constantemente de plano o momento es una maravilla y por cierto acaba con una escena que recuerda muchísimo a otro capítulo en el que el propio Yaitanes estaba involucrado como es The Dig, ese capítulo de House en el que él va a buscar a Thirteen (Olivia Wilde) a la salida de la cárcel. Grande.

El monólogo de Sugar al final es la guinda del pastel, un final genial para esta maravilla.

«People like you and me, we don’t need bars, we build our own cells»

La segunda de ellas es el siguiente capítulo llamado Armies of One.

Considero que este ha sido uno de los mejores capítulos de toda la serie no sólo por los eventos ocurridos o la acción sino por la presencia y brutal actuación de Andrew Howard.

Howard interpretaba a Quentin, un sicario que llega a Banshee en busca del ya mencionado
Jason Hood ya que el chico les había robado una importante cantidad de dinero a sus jefes
y su misión era primero recuperar ese dinero y segundo acabar con la vida del joven Hood.

Quentin era un espejo para Hood, nuestro héroe se veía reflejado en ese brutal asesino.

El capítulo se resume en una escena con ambos charlando en un banco, de mis favoritas,
esta escena a parte de un diálogo brillante cuenta mucha historia en breves minutos.

– «Men like us, we’ve every reason to appreciate a day like this.»

– «Men like us?»

– «Fighters, killers, armies of one.»

– «I don’t know anything about you but i know everything i need to know.
The way we live our lives, we know every day could be our last.»

– «Sooner or latter it will be.»

– «The sooner most likely.»

[…]

– «Well, when i discovered the sheriff’s name was Hood, that complicates things.»

– «So?»

– «So… one of us is going to have to kill the other.»

Como decía la llegada de Jason Hood es el punto de inflexión en la presnte temporada.

El chico, al que vimos en la finale de la primera temporada, llega a Banshee buscando algún tipo de respuesta para su vida, huyendo de sus demonios y sin idea de lo que se encontraría.

Lo que parecía una amenaza para nuestra Hood finalmente se convierte en otro espejo ya que en el chico se ve a él mismo hace unos años, una persona que había tomado malas decisiones que sólo buscaba una segunda oportunidad en la vida, por lo que decide ayudarlo.

Job le va a hacer una identidad nueva pero las cosas se complican primero con la llegada del anteriormente mencionado Quentin, hombre del que Hood jugándose la vida y el dinero por él consigue quitarse de encima, pero los finales en Banshee no son felices, esto lo repetiré más adelante, y el chico acaba muerto a manos de Proctor y Burton tras acostarse con Rebecca.

Este es el comienzo de la guerra Hood – Proctor, guerra que aún tiene mucho que ofrecer.

Mientras la familia Hopewell empieza a estar cada vez más destruida con Carrie viviendo sola en un motel de carretera y con Gordon y Deva perdiendo la cabeza por todos sus problemas.

Gordon se ha abandonado a la bebida y a los clubs de alterne pese a tener a Brock como investigador de los trapos sucios de Hood, cosa importante pero que parece que ya ni importa.

El tema Siobhan – Hood sigue adelante pero ella cada día tiene más preguntas sin respuesta.

En el siguiente capítulo Hood decide ir a por Kai Proctor con todo, legalmente o ilegalmente, nuestro Sheriff ha perdido la paciencia a raíz de lo sucedido con Jason y pasa a la acción.

Brock le sugiere «agitar los árboles» y eso es lo que hace, empezando por el local nocturno.

Dejamos las bases sentadas para un gran final de temporada con la conclusión de estos acontecimientos ya que Hood consigue encerrar a Proctor en la cárcel tras encontrar un pequeño arsenal en su casa además de obtener la ayuda de Alex Longshadow en su lucha.

Interesante me parece también que después de cerrar una historia personal de Siobhan ahora llegará el turno de Emmet ya que con estas tramas además de enriquecer la historia que nos están contando en ese momento siempre quedan repercusiones a la trama principal de turno.

A ello le sumamos el gran momento en el que descubrimos que Rabbit se la había jugado bien jugada ya que Job descubre que los famosos diamantes no eran más que unos cristales.

«Rabbit fucked you, he fucked you hard, you served 15 years for stealing a handfull of glass.»

Giros y sorpresas que a mi me encantaron nos llevaron a la recta final de la temporada.

Esta recta final y sobretodo el final de temporada estuvo centrado en un sitio : New York.

Era el momento de ir a por Rabbit y cerrar de una vez por todas esta historia.

Antes pusimos final a la historia de Emmet con los nazis que trabajaban para Proctor en una parte de Banshee de mucha locura en la que tras ellos pegarle a su mujer y causar que ella perdiera el hijo que ambos esperaban el mencionado Emmet se tomó la justicia por su cuenta.

La sensación es que hizo lo correcto pero pagando un alto precio por ello.

Encerrados en la comisaría el agente se encarga de pelearse con los tres detenidos, uno a uno, dejando a uno sin vida y a dos medio muertos, acto que pagó dejando su sitio en el BPD.

Con Proctor encerrado y el pueblo en aparente tranquilidad Hood y Carrie se embarcan en un viaje quizás sin retorno hacía la ciudad para acabar una guerra que lleva durando demasiado.

La partida no pudo ser peor ya que Carrie le confiesa a Gordon quién es el padre de Deva.

La primera misión (espectacular puesta en escena) era rescatar a Job del hospital.

Aprovecho para mencionar especialmente a Hoon Lee (Job) por su trabajo. Nos encanta.

Greg Yaitanes había comentado muchas veces que este final de temporada era uno de sus mejores trabajos como director y la verdad es que Bullets and Tears no decepcionó en nada.

Aprendimos muchos del pasado (vía flashback) y nos enfrentamos al presente.

La parte que pone cierre a la trama de Rabbit, la batalla en la iglesia, es el final de la pasada
pero mejorado, un gran tiroteo con todos en peligro seguida de un increible secuencia musical
que escenifca la calma después de la tormenta, esta vez con This Night de Black Lab.

Esta secuencia es de las mejores que he visto en mucho tiempo. Bravo Yaitanes.

La parte de Hood y Carrie caminando hacía su destino con esos continuos cambios de tiempo entre el presente y el pasado, con Methodic Doubt de fondo es otra escena para recordar.

¿Y qué decir del final de Rabbit?

Tras conseguir salir vivios, gracias a Job y Fat Al, de lo que parecía una muerte segura nos encontramos a Rabbit sentado, tranquilo, esperando un desenlace inevitable en ese banco fuera de la iglesia, el mismo banco en el que Racine le había visitado años antes.

Antes de quitarse la vida, la charla Rabbit – Hood es otra de esas para el recuerdo.

– «Just remember, somewhere in the future there is a bench just like this waiting for you.»

– «Go To Hell.»

– «OK.»

Por si fuera poco regresamos a Banshee para disfrutar los últimos minutos de la temporada.

Antes he mencionado que en Banshee no hay finales felices, nadie se va del pueblo, eso es algo que hemos visto siempre y el desenlace de Emmet y su mujer es el claro ejemplo de ello.

La escena de Rebecca con Alex ya fue la guinda del pastel. La joven amish que se vió llamada y seducida por el mundo exterior parece haber completado ese crecimiento como personaje que poco a poco se va preparando para ser como Proctor.

Una evolución constante que han tenido la mayoría de personajes durante la temporada.

Banshee ha cerrado su segunda temporada de forma genial, mejorando la primera.

Como decía al inicio la serie ha dado un paso adelante, a base del gran trabajo tanto de sus creadores como de sus actores, logrando ser nombrada por muchos medios americanos como una de las mejores series del momento y logrando captar más y más fans de esta serie única.

La parte artística ha sido como siempre su punto fuerte. Banshee entra sola por los ojos.

Sus personajes es otro de esos puntos. A los ya conocidos y reconocidos Carrie, Hood o Kai hemos podido unirles a Nola o Siobhan, chicas que se han hecho con una parte de la serie.

No me olvido tampoco del gran Sugar y de su relación con Job, grandes momentos.

Esta ha sido una temporada con muchas tramas bien llevadas y bien contadas, cada una con sus momentos, que ha concluido cerrando un capítulo de la historia para abrir otro desde cero.

El regreso de Cheystone será una de muchas grandes historias que nos quedan por ver

Banshee sigue utilizando a las mil maravillas la violencia y el sexo para definir a sus personajes, los motivos que les llevan a cometer estos actos y la creación de los mismos.

Rebecca es una claro ejemplo, Nola o el mismo Hood, igual que los villanos otro.

Este año Banshee se ha convertido en una de mis series favoritas por estos y más motivos.

– «Banshee.. it’s kind of a strange name for a town don’t you think?»

– «No… It’s just a town like any other.»