«GUILT» : PILOT REVIEW

REVIEW : Guilt 1×01 – Pilot.

Freeform sigue con su proceso de cambio y expansión iniciado a principios de año. La cadena que en su día se puso en el mapa de las series gracias a Pretty Little Liars, se encuentra en plena transición  por lo que su objetivo inmediato, además de intentar dar con la clave dentro de su nuevo estilo de producciones, es el de empezar a encontrar nuevos éxitos. Tras el regulero resultado de Shadowhunters, esta sigue mirándose en el espejo de su cadena madre (ABC) y después de su primera serie de fantasía, llega Guilt, una especie de hermana pequeña de Scandal o HTGAWM, ambientada en Londres y plagada de actores británicos, con la que pretende explorar una temática nueva para ella, tal y como hizo, MTV con Eye Candy.

Guilt está basada en la historia real de Amanda Knox y nos traslada a dicha ciudad británica para seguir los pasos de Grace Atwood (Daisy Head), una bella y joven americana, cuya compañera de piso acaba de ser brutalmente asesinada tras una loca noche de fiesta en la que ella acabó durmiendo en la terraza con su última conquista,  Luc Pascal (Zachary Fall). Grace se convierte rápidamente en la principal sospechosa, más después de que salga a la luz un pasado relacionado con las drogas y una serie de comportamientos disfuncionales. Tanto la policía como los medios locales empiezan un acoso-derribo contra ella hasta que llega desde Boston su hermana Natalie (Emily Tremaine), quien, por suerte, es una brillante abogada que se hará cargo de su defensa junto al excéntrico Stan (Billy Zane), abogado enviado por James (Anthony Head), el poderoso padre de ambas, un hombre del que no hemos visto demasiado, pero que deja claro enseguida que no es trigo limpio y que tiene mucho por esconder, como por ejemplo, por qué su bufanda estaba en la habitación de Molly, la chica asesinada.

La investigación del asesinato corre a cargo de un inspector de Scotland Yard llamado Bruno (Cristian Solimeno). un chico que no tarda demasiado en empezar a sentir simpatía por Grace, además de creer firmemente en su inocencia, caso contrario al de su principal colaboradora Gwendolyn Hall (Naomi Ryan), quien considera que la chica es culpable sin demasiadas dudas. Mientras que parece que ella también tiene algún demonio personal que otro, el acercamiento de Bruno a las hermanas también podría ocultar algo pese que, a priori, parece honesto.

El piloto, escrito por Kathryn Price y Nichole Millard, quienes a su vez son las creadoras de la serie, cumple con su idea de convertir a todo el mundo en sospechoso, aunque emplea demasiado tiempo en ello en vez de desarrollar un poco a los mismos. La ambientación londinense siempre es un plus y el director Gary Fleder consigue explotarlo durante el mismo. Lástima que no haya conseguido lo propio en otras facetas. Los actores cumplen con lo que se pide de ellos, aunque ninguno llega a brillar especialmente. Espero que en los próximos episodios veamos una buena evolución de los mismos, sobretodo de los personajes femeninos, aunque sea a coste de que la trama no siga adelante con tanta velocidad. El piloto cumple con lo que se puede pedir a un episodio inicial y la idea de que Grace pueda ser realmente culpable, algo que exploraremos desde ahora, es suficientemente atractiva.

En resumen, Guilt tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los guilty pleasures del verano, aunque, en el fondo, no aporta nada demasiado novedoso en ningún sentido. Si sigue los pasos de series anteriormente mencionadas como Scandal y consigue una trama fresca, acompañada de giros sorprendentes para el espectador, es posible que lo consiga… siempre que la audiencia acompañe.

NOTA DEL PILOTO : 7/10