Homeland, la galardonada serie de Showtime, acaba de cerrar la que ha sido su quinta entrega, una entrega cargada de novedades, con el traslado de la acción a Berlin como la principal de ellas. Con el final de la misma, toca hacer balance de lo que nos ha propuesto la serie.
Todos sabemos y todos hemos aplaudido la capacidad que ha tenido Homeland para reinventarse una temporada más. Eso es totalmente cierto, pero también lo es que esta quinta temporada ha terminado dejándonos la sensación de que un concepto novedoso para la serie e interesante para el espectador ha quedado algo desaprovechado.
Con su traslado a Alemania, la introducción de un numeroso grupo de nuevos secundarios y la idea de centrar la historia en un mundo más moderno, con elementos como la tecnología, el espionaje entre paises y la vigilancia a la que los gobiernos someten a la población como historias principales, la serie de Alex Gansa y Howard Gordon se había hecho con la oportunidad de volver a hacer algo grande, tal y como hizo con su cuarta entrega, pero la realidad es que tras un inicio muy prometedor nos hemos quedado con la ganas de que la historia fuera un paso más allá y nos diera algo más, algo que nos sorprendiera dentro de esta decente historia de espías.
La season finale ha sido un claro ejemplo de ello. Tras unos primeros capítulos llenos de giros y tensión, con una trama que nos dejó con la boca abierta en más de una ocasión, la narrativa empezó a construir el que prometía ser el gran evento de la temporada, el atentado que iba a llevarse a cabo en una estación de tren de la capital alemana, evento que el capítulo liquidó, inexplicablemente, en cinco minutos, dejando el resto del episodio como una especie de epílogo que nos sirvió para cerrar tramas y dejar en el aire algunas ideas que podrían ser utilizadas para la sexta temporada. Como resoluciones a lo que quedaba abierto, Laura Sutton (Sarah Sokolovic) cerró un pacto con el gobierno alemán para que Numan no fuera extraditado a cambio de olvidarse de sus teorías de la conspiración, mientras que Saul hizo lo propio con Krupin (Mark Ivanir) para que este le confesara el paradero de Allison Carr (Miranda Otto) antes de su huída, algo que acabó con su coche tiroteado por los agentes americanos. Un cierre digno para una temporada en la que Homeland ha decidido utilizar el mundo del terrorismo como pretexto para contarnos una serie de dramas personales que nunca han acabado de funcionar del todo, sobretodo si hablamos de las innecesarias tramas amorosas.
Por su parte, Carrie ha terminado con dos ofertas sobre la mesa, una por parte del billonario Otto During (Sebastian Koch) para unirse a su organización y otra por parte de Saul para volver a la CIA. Con esto, los responsables de la serie dejan varias puertas abiertas para lo que será la sexta temporada de la serie. De todos modos, el tema principal con el que ha tenido que lidiar Carrie ha sido Quinn. Tras todo lo que le ha tocado vivir esta temporada, nuestro espía favorito ha acabado muriendo (o eso ha parecido) en una cama de hospital, cerrando la historia de uno de los mejores personajes que nos ha dejado Homeland de una forma más bien floja.
Claire Danes y Mandy Patinkin han vuelto a dar lo mejor de si pese a que sus historias personales no hayan sido demasiado interesantes, mientras que otros personajes como el propio Quinn han quedado relegados a un segundo plano tras ser muy protagonistas en el inicio de la temporada. Sarah Sokolovic y Sebastian Koch han hecho lo que se les pedía y Miranda Otto ha cumplido como villana. Nina Hoss ha sido quien más ha destacado, dejando una actuación inmejorable.
En resumen, la quinta entrega no pasará a la historia de Homeland como una de las mejores de la serie, sobretodo por las sensaciones de las que ya he hablado. Si esta segunda parte de la misma hubiera seguido el camino de la primera en vez de estirar la trama de Allison y se hubiera alejado un poco más de los temas personales, estaríamos hablando de otra cosa ya que, a pesar de todo, ha quedado más que demostrado que su equipo sigue sabiendo hacer bien las cosas.
Sólo espero que el año que viene Homeland vuelva a sus orígenes.
«Carrie. I guess I’m done. And we never happened. I’m not one for words, but they’re coming now. I don’t believe in fate, or destiny, or horoscopes, but I can’t say I’m surprised things turned out this way. I always thought there was something kind of pulling me back to darkness. But I wasn’t allowed a real life. Or a real love. That was for normal people. With you I thought maybe just maybe. But I know now that was a false glimmer. I’m used to… they happen all of the time in the desert, but this one got to me. And here’s the thing, this death, this end of me is exactly what should’ve happened. I wanted the darkness. I fucking asked for it. And it has me now. So don’t put a star on the wall for me. Don’t say some dumb speech. Just think of me as a light on the heavens. A beacon. Steering you clear of the wrongs. I loved you. —Yours, for always now, Quinn.»
NOTA DE LA TEMPORADA : 7.5/10
lovingseries.com 