Después de una intrigante primera entrega, toca el segundo episodio de Childhood’s End, la miniserie de SYFY que estamos siguiendo esta semana, gracias a la emisión consecutiva de sus tres capítulos.
Si en la review de la primera parte de la miniserie decíamos que dicho episodio servía como perfecta introducción a la trama que nos iban a contar en los siguientes, de esta podemos decir que nos sirve como el clásico intermedio entre presentación y conclusión. A diferencia de la mencionada primera parte, esta segunda no consigue enganchar tanto como ella, haciéndose incluso un poco pesada en algunos momentos, tras introducir tramas y personajes adicionales que no llegan a conquistarnos tanto como los anteriores. La intensidad y la velocidad de la primera desaparecen durante la mayor parte del capítulo, salvo en las contadas apariciones de Karellen, personaje que sigue siendo la atracción número uno de la serie. Pese a ello, la serie mantiene su linea, la trama avanza, aunque sin darnos muchas respuestas, y lo deja todo bien situado para un interesante final.
Matthew Graham y Nick Hurran repiten como los responsables del guión y de la dirección en The Decievers, capítulo que comienza con un nuevo salto temporal, que nos lleva a varios años después del día en el que Karellen se mostró ante la humanidad. Los habitantes de la tierra han dejado de hacer preguntas y parece que la paz que este ha traído al planeta es suficiente como para aceptarlo. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece ya que vemos como a los niños de la tierra les empiezan a suceder cosas extrañas. Eso lleva a focalizar la acción en la pareja formada por Jake Greggson (Ashley Zuckerman, Amy Morrel (Hayley Magnus) y su hijo Tommy (Lachlan Roland), dejando a Ricky y Ellie en un segundo plano durante la mayor parte del episodio, algo que considero como uno de los principales errores que se han cometido durante la serie. ¿De qué te sirve presentarnos a una pareja, hacernos ver que es determinate y luego dejarla de lado?
Por otra parte, nos encontramos a un Milo casi adulto, estudiando en el prestigioso MIT, como principal sospechoso, junto a su colega Rachel Osaka (Charlotte Nicdao), de que algo no va bien. Eso nos lleva al Dr.Boyce (Julian McMahon), personaje clave en esta segundo capítulo tras conseguir reunir a la anterior familia con Karellen, lo que nos abre definitivamente la trama de los niños.
Peretta Jones (Yael Stone) es el otro personaje que nos introducen como novedad. Ella es una especie de misionera, cuyo momento clave coincide con el más importante del episodio, la enésima visita de Karellen a la granja de Ricky y Ellie. Este encuentro nos sirve para conocer una parte oculta hasta ahora del alien cuando este le cuenta a Ricky que la enfermedad que le ha dejado estéril es cosa suya, que lo ha hecho expersamente para que cuando llegue el día no les toque sufrir por sus hijos. Es la primera vez que Karellen se preocupa realmente por alguien, quizás por agradecimiento hacía Ricky o quizás por alguna otra razón todavía oculta.
Nos queda sólo un capítulo en el que por fin vamos a obtener todas las respuestas que llevamos esperando. Los niñós son la clave y tras el final de este segundo episodio nos podemos imaginar algo pero aún sin tener nada seguro. Espero que dicho final no decepcione.
Mañana tocará la última review de la miniserie.
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