FRINGE – 5×07 Review

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FRINGE 5×07 – Five-Twenty-Ten

Destacar de este capítulo antes de empezar los cinco primeros minutos del mismo que me parecieron espectaculares, en cinco minutos, pocas escenas, algo simple pero que nos muestra fácil y de una manera que personalmente me encantó los que son los observadores y como funcionan sus mentes. Puro Fringe. Puro espectáculo.

Peter quieres cambiar el futuro de uno de los observadores, sabe que en X momento va a cruzar la calle cuando el semáforo se ponga en verde para meterse en un coche con otros observadores pero Peter se queda parada unos segundos en medio de la calle, lo que hace que el semáforo se pongo en rojo antes de que el coche puedas avanzar lo que lleva a su retraso y que el observador se va antes de que llegue el coche a él. Peter sonríe. Resist.

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En este interesante capítulo, va subiendo el nivel a medida que se acerca el final, tenemos por una parte la historia de un Peter que empieza a desarrollar sus cualidades de observador tras implantarse el chip y por otro la historia de Olivia, Astrid y Walter que tienen como objetivo acceder a unos laboratorios de William Bell para recuperar dos «beacons» que éste tenía almacenados y que son, como cuenta Walter en el vídeo, otra de las piezas del plan.

Peter, con la ayuda de Anil, tiene un plan, iniciado en el principio con su manipulación del futuro al principio del capítulo para eliminar a ese observador, y de paso a unos cuantos más, que consiste en cambiarle el maletín por otro con uno de los «antiguos Fringe events» dentro para que les estalle cuando lo abran en las oficinas de sus enemigos.

Peter consigue llevar a cabo su plan con éxito, gran sorpresa que se lleva Anil por como hace todo esto, y logra desatar el caos y eliminar a unos cuantos de sus adversarios ni más ni menos con el virus que estalló en el vuelo 627, el virus que vimos en el piloto de la serie.

«Our first Fringe experience was their last.»

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Como decía por su parte Olivia, Walter y Astrid se desplazan al antiguo laboratorio de Bell para intentar encontrar lo que buscan, previo paso por el Ministerio de Ciencias dónde se reencuentran con Nina Sharp que les presta la tecnología que necesitan para remover las ruinas que dominan todas las entradas posibles.

Nina tiene una conversa bastante interesante con Walter que acaba siendo bastante desagradable con ella dónde acaba diciéndole que Bell nunca la quiso y que tiene miedo de acabar siendo ese hombre en el que se estaba conviertiendo, su Walter oscuro, rogandole a Nina que por favor le retire las partes del cerebro que le volvieron a implantar.

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Finalmente consiguen entrar al laboratorio y abrir la caja fuerte de Bell que contiene por sorpresa de Walter una foto de Nina, estaba equivocado, y un mecanismo que hace aparecer de debajo tierra los famosos «beacons» que buscaban.

Con ellos vuelven a Harvards, previa parada con Nina de nuevo dónde Walter se disculpa, con otra parte del plan conseguida y a salvo.

Acaba el capítulo con Peter contandole a Olivia lo que ha hecho con la tecnología que extrajo del observador, en el piso de Etta calculando posibles futuros para su próximo objetivo, Widmark, dónde vemos que parece que tiene claro que hacer y como acabar con él mientras por sorpresa de todos vemos a Peter tocarse la cabeza de dónde le cae un mechón de pelo.

Escena preciosa final con Walter en el laboratorio escuchando «The Man Who Sold The World» su recuperado vinilo de David Bowie, dándose cuenta y lamentandose a la vez de que va camino absoluto de volver a ser aquel Walter al que nunca quiso volver a parecerse.

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